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Beneficios de la perforación direccional

La mayoría de las personas puede suponer que al perforar en busca de agua, petróleo, gas natural u otros objetos del subsuelo, estos, se dirigen verticalmente hacia abajo del subsuelo. Sin embargo, este método tradicional de perforación ha sido perfeccionado y reemplazado prácticamente en su totalidad. Actualmente, taladrar un pozo supone un gran reto, ya que debido a la geometría compleja que incluye construcciones, giros y tangentes, son necesarias maniobras complejas a la hora de perforar un pozo. El pozo puede ser orientado geométricamente según convenga. La dirección geométrica, implica ajustar la posición del pozo en función de un plan preestablecido y luego utilizar mediciones complejas y estudios geológicos para mantenerse en el plan de perforación. En cambio, la dirección geológica implica orientar el pozo basándose en las propiedades de la litología que se está perforando para «encontrar» la roca de la arena correcta.

Un matiz importante, que hay que tener en cuenta a la hora de perforar, es que la perforación direccional u horizontal no siempre es aparentemente beneficiosa, pero si totalmente necesaria debido a que nos permite:

La perforación direccional puede costar hasta un 300% más que la perforación vertical, pero los aumentos potenciales en la eficiencia junto con un menor costo de producción hacen que esta técnica de perforación sea más viable desde el punto de vista financiero.

 

Tipos de perforación direccional

Cuando se habla de perforación direccional, comúnmente se asume que se está refiriendo a la perforación horizontal de pozos, que es un método de desviación del pozo hasta que está en, o cerca de un ángulo de 90 ° desde la vertical para perforar hacia los lados y a lo largo una capa específica de roca. Hay algunos otros métodos de perforación direccional que se analizarán a continuación.

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